Adrián

Por: Julia Blumberg

“No venimos a causar caos en la sociedad de EE.UU.”

Adrián, un migrante centroamericano cuenta su periplo migrante

TRANSCRIPCIÓN 

(SOUNDBITE DE LA VOZ DE ADRIÁN) 

JULIA BLUMBERG, REPORTERA: La que escuchan es la voz de Adrián, un joven migrante centroamericano. Estoy hablando con él por whatsapp. Él estudió bachiller en desarrollo sostenible.

(ADRIÁN): Luego de eso, fui a hacer el examen de la Universidad Autónoma de Honduras, la prueba de aptitud académica. Entonces, quería estudiar la carrera de pedagogía, pasé el examen de admisión, todo estaba listo para iniciar, pero por motivos personales, yo dejé mi país y ya no pude seguir estudiando.

(BLUMBERG): Adrián dejó a su familia, sus sueños, su patria Honduras porque desde niño ha sufrido a causa de la situación y problemas de personas con malas intenciones que dañan y marcan cicatrices en la vida de un ser humano. 

(ADRIÁN): Cómo hondureño que soy, no confío en la seguridad de mi país por motivos de que cuando se me presentó determinada situación no fui escuchado por el departamento de investigación al cual acudí. Espero que esta situación mejore y que los protocolos de protección e investigación sean mejores para las personas que en cierto momento acudan a los departamentos de seguridad del país. 

(BLUMBERG): Él salió para escapar de problemas difíciles a los cuales individuos se exponen como la seguridad del país y entidades de crimen organizado y falta de oportunidades. En el trayecto a los EE.UU, fue víctima del crimen organizado y problemas de la situación de seguridad estatal en Guatemala y México. Adrián montó en varios autobuses y taxis para llegar a la frontera entre México y los Estados Unidos. Cuando llegó a la frontera de San Luis, Colorado, en Arizona, fue capturado por un oficial.

(ADRIÁN): Aquí llego al área fronteriza de San Luis, Colorado, Arizona, donde me acerco a una puerta de entrada, donde estaba de video vigilancia y salió un oficial a verme porque estaba como invadiendo la propiedad. Entonces, el oficial iba a su vehículo y me dijo: “Stop, come back here.” Entonces, me hizo todo el protocolo de seguridad y protección. Me dijo: Quítate las cintas de los zapatos, el cinturón, y dame tu teléfono.

(BLUMBERG): El oficial lleva a Adrián a una oficina para tomar sus datos biométricos para saber más información sobre él, como su nombre y su país de origen. Todo es parte del proceso. 

(ADRIÁN): Pero, todo se puso tenso ahí en la oficina porque había ciertos oficiales, chicanos – personas que hablan el español y querían obligarme a firmar un documento ante lo cual yo respondí y dije no firmaría ninguno. Entonces, uno de los oficiales me dijo: pinche hondureño, aquí no estás en tu país, así que, hace lo que te digo. Entonces, vine yo y le dije: Disculpé, me está faltando al respeto por qué me habla así. Otro oficial dijo: “déjalo en paz y no le molestes”.

(BLUMBERG): Después de todo eso, Adrián pasó 17 meses en un centro de detención en Arizona. Él tuvo mucho tiempo para reflexionar sobre los juicios y tribulaciones de su trayectoria migratoria, dejando atrás a su familia, y pensando si él se va a quedar en los EE.UU. o será enviado de vuelta.

(ADRIÁN): Pues allí me enfermé de COVID-19 pero pude superar los síntomas fuertes que me pegaron debido a la enfermedad. No contaban con la atención médica necesaria porque no estaban preparados ellos para lo que estaban encima.

(BLUMBERG): Él tuvo la ayuda de Keep Tucson Together, Salvavision, y el proyecto Florence cuando estaba privado de libertad, en persona y por teléfono, cuando COVID empezó.

(ADRIÁN): Un estado difícil emocionalmente donde me dominó un poco la tensión, el estrés, por eso entré en la depresión. Gracias a todo el apoyo que pude tener por las entidades y organizaciones de Arizona, pude contar con una ayuda a través de sus cartas, correspondencias – un apoyo grande. 

(BLUMBERG): Una persona que escribía cartas constantemente a Adríán le ayudó mucho a superar el temor, el estrés y la depresión.

(ADRIÁN): Empezó a motivarme, a mandarme correspondencia, correo postal. Y empezó a decirme que no te rindas, sé fuerte, sé paciente, lo vas a lograr, tú puedes hacerlo. Empezó a motivarme a pesar de mi situación difícil de detención donde dije en ciertos puntos ya no quiero vivir, ya no quiero existir, la vida no tiene valor.

(BLUMBERG): Esa persona también le enviaba libros sobre motivación personal que ayudaron mucho a Adrián.

(ADRIÁN): Los leí, la verdad esa persona hoy en día es como parte de mi familia a pesar de que no llevamos la misma sangre, pero en el fondo del corazón tenemos un afecto muy grande.

(BLUMBERG): Él mantuvo la confianza gracias a esa amiga en la que pudo confiar mientras estaba privado de libertad. Ahora Adrián es libre y tiene la motivación de aprender y crecer, y tiene la confianza de que en el futuro podrá superar los retos.

(ADRIÁN): Hoy me siento un poco limitado por donde ahora estoy, pero espero que en el futuro se abran puertas. Estudiar bachillerato en mi país me costó un poco por la situación económica, pero pude superar estos retos, desafíos, pude terminarlo.

(BLUMBERG): Esta es la historia de Adrián. Él quiere compartir su experiencia para contribuir en el conocimiento acerca de los inmigrantes centroamericanos.

(ADRIÁN): Que la gente sepa que nosotros en sí no somos malos. No venimos a causar caos en la sociedad de EE.UU. de Norteamérica. Yo consideró que nosotros, los inmigrantes, debemos también ser unidos y romper esos muros de desunidad para ser mejores.

(BLUMBERG): La historia de Adrián refleja la experiencia de muchos migrantes en la frontera. Según Department of Homeland Security, a partir del 29 de marzo de 2022, 7,101 migrantes cruzaron la frontera cada día. 

###